La otra fragilidad


Con esta serie busco transmitir mi visión y experiencia sobre la fragilidad y vulnerabilidad de la vida, así como la posibilidad del daño, la distancia y la delgada línea que separa nuestra finitud de la eternidad. En algunas de estas fotografías, la muerte y el amor se representan como correlativos esenciales en el desarrollo de nuestro breve tránsito por el tiempo, siendo el guardián de estos dos misterios. Cada fotografía es una tentativa, una derivación que gira en torno a un mismo fragmento roto de una ventana, logrando así una apariencia fosilizada, porque la vida es una ventana del alma, nuestro fósil de luz y tiempo. La fragilidad y la vulnerabilidad nos obligan, con justicia, a la atención solidaria, ya que todos podemos ser heridos por nuestra fragilidad, quedando no solo lastimados, sino también marcados por la cicatriz, víctimas de nuestra propia condición mortal. La fotografía, como herramienta de conciencia, transforma todo, al igual que el tiempo, y en la máscara de la memoria oculta la carroña e ilumina los abismos en los que se acrisola la luz.